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The diving journalist
20th February 2011, 18:28
Seis inmersiones en aguas internacionales de diversa condición para nadar junto a los cetáceos más sociables, inteligentes y divertidos

Chapuzones lúdicos que incluyen juegos, abrazos y hasta besuqueos acuáticos con previsible tufillo marino, o inmersiones más serias y cuidadosamente preparadas, para poder conocer cómo se comportan realmente en su hábitat natural. Lagunas artificiales de resorts de lujo o mar (incluso océano) abierto. Fondos de hasta 15 metros (y obligada experiencia previa) o simples equipos de tubos y aletas, para divertidas sesiones de snorkeling en su compañía.

En todas sus modalidades, nadar con delfines figura entre las actividades que, al menos una vez en la vida, merece la pena experimentar. Sea porque figuran entre los mamíferos más sociables e inteligentes, o porque este acuático ejercicio está prohibido por legislación en aguas patrias, bañarse junto a los cetáceos que más simpatías despiertan entre pequeños y mayores tiene tirón.

Cita en Anthony's Key
La barrera coralina mesoamericana es la segunda en longitud del planeta y en Roatán, una de las Islas de la Bahía, en Honduras, cuenta con uno de sus mejores emplazamientos. Sobre todo, por la gran cantidad de escenarios diferentes para el buceo con los que cuenta: pecios hundidos como el Águila o el Odyssey, gorgonias y grandes esponjas de barril en inmersiones de hasta 40 metros en Half Moon Bay, numerosos peces e invertebrados en Spooky, punto ideal para el buceo nocturno... y Anthony's Key.
En este pequeño islote se pueden realizar inmersiones con delfines en total libertad, organizadas por el Instituto de Ciencias Marinas, donde se realizan programas de investigación sobre estos mamíferos marinos. Los encuentros, siempre con un guía especializado y familiarizado con los animales, se realizan en fondos de unos 15 metros o en superficie, gracias a programas de snorkeling que permiten a los visitantes interactuar libremente con ellos.


Bautismo en el fin del mundo
Las frías aguas de la Península de Valdés son garantía de buena visibilidad y gratificantes inmersiones, especialmente en el Golfo Nuevo. Con base en la encantadora aldea de Puerto Pirámides, la compañía de diferentes especies de delfines está casi garantizada al sumergirse: desde el delfín común y el delfín oscuro o de Fitzroy, hasta la desconocida y fascinante Tonina Overa, conviven en esta auténtica reserva virgen. La fauna circundante redondea la visita, pues se trata de una zona perfecta para avistamiento de ballenas francas australes, lobos y elefantes marinos y pingüinos de Magallanes.
Puerto Pirámides, pueblo donde conviven principalmente buzos profesionales, marisqueros, científicos profesionales y amateurs, cuenta con una amplia oferta de centros de buceo (bautismo para no iniciados incluido), así como todo tipo de servicios, con la conservación del mar y su fauna como máxima principal.

Corales en el Mar Rojo
La ciudad israelita de Eilat conforma un verdadero oasis en el desértico litoral del golfo de Aqaba, que incluye un verdadero tesoro natural: un arrecife de coral que se extiende 1.200 metros junto a la costa y auspicia un completo programa de atracciones subacuáticas, como inmersiones de hasta 30 metros. El Parque Marino del Mundo Coral propone en este entorno una auténtica aventura bajo el agua para toda la familia y en diversos escenarios: un observatorio submarino que abre (literalmente) una ventana a las profundidades del Mar Rojo, el Museo Aquarium, la piscina de la tortuga o el tanque de arrecifes. Además, el cercano Arrecife de delfines permite observar de cerca a tan inquietos mamíferos o, directamente, darse un chapuzón junto a ellos en su hábitat natural.
» www.goisrael.com (http://www.goisrael.com/Tourism_Eng/Articles/Attractions/The+Coral+Reef+in+Eilat.htm)

Encuentro a mar abierto
En la Isla de Pico, archipiélago de las Azores, la base de observación de ballenas y delfines Pico Sport Azores organiza instructivas salidas a mar abierto para que el visitante consiga un conocimiento real sobre la vida de estos mamíferos. Las inmersiones se realizan tras un análisis previo de las condiciones del agua y las mejores localizaciones para los encuentros con los delfines, algo que permite obtener una idea concreta y real de cómo se comportan en su medio habitual. Eso sí, se aconseja un mínimo de seis excursiones submarinas para que la experiencia sea fructífera y completa.
» www.whales-dolphins.net (http://www.whales-dolphins.net/)

Tú a Bahamas, yo a Dubai
Jugar con delfines en aguas poco profundas, poner a prueba su velocidad punta o convertirse en entrenador especial por un día. El Atlantis Paradise Island de Bahamas cuenta con el centro de rehabilitación y rescate de delfines más grande del mundo, donde el visitante puede interactuar con estos y otros animales marinos, como tiburones o mantas raya. Esta cadena cuenta además con otro resort en Dubai, Atlantis The Palm, uno de los hoteles más exclusivos del planeta que permite el contacto directo con los alegres residentes de su Dolphin Bay, un delfinario particular en las tres grandes lagunas del complejo.
» www.atlantisthepalm.com (http://www.atlantisthepalm.com/)

Lo más cercano
Aunque la legislación española prohíbe nadar con delfines en aguas patrias, hay propuestas cercanas para poder darse un chapuzón en su compañía. Basta con acercarse al Algarve portugués. La web www.originalia.es (http://www.originalia.es/) incluye en su lista de regalos paquetes de tres días (en clave romántica o familiar) para interactuar con estos cetáceos en el Parque acuático Zoomarine.
» www.aquashowpark.com
(http://www.aquashowpark.com/)

FUENTE: http://elviajero.elpais.com

petsin
22nd February 2011, 23:39
Quizás sería bueno preguntarse por qué el nadar con delfines cautivos está prohibido en España y muchos otros países. Para los que somos amantes del mar y sus criaturas, es fácil darse cuenta el sufrimiento que padece un animal de alta inteligencia, acostumbrado a nadar decenas de kilómetros diarios, que prefiere cazar peces que comer carroña, que vive en comunidades familiares y sociales, etc., cuando es sometido al encierro en un pequeñísimo estanque, en aguas quimicamente tratadas, donde tiene que aprender ciertos comportamientos para poder comer carroña, estar permanentemente sometido al estress del ruido y la obligación de interactuar con humanos, y finalmente la mayor parte del tiempo solitario o con otros ejemplares que no son su familia, estando expuesto a enfermedades físicas y mentales que terminarán con su vida en pocos años.

También podemos pensar en cómo se obtienen esos ejemplares: en Taiji, Japón diariamente se arrean delfines desde alta mar hasta encerrarlos en una pequeña bahía donde no pueden escapar. Los mejores ejemplares son seleccionados para la venta a los delfinarios de todo el mundo por decenes de miles de dólares (ya que son un fantástico negocio: sobre USD 150 se cobra por estar con ellos 1 hora) y todos los demás son brutalmente masacrados a punta de lanzas y arpones, dejándolos desangrar hasta la muerte. Luego son faenados y vendidos como carne de ballena por módico precio. Entonces, el negocio que mantiene esta brutalidad ocurriendo son los delfinarios, pero en realidad son los usuarios finales, aquellos que pagan altas sumas de dinero por nadar con ellos.

Personalmente, odiaría ser cómplice de esta lucrativa y cruel industria, digna de seres no inteligentes. Yo creo que como buzos, sobre todo los que hemos tenido la oportunidad de bucear con delfines libres, debemos ser los primeros en oponernos a los delfinarios.

Saludos y libertad para los delfines!
Peter Sinclaire
Chile