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Ver la versión completa : Jamaica, destino perfecto



The diving journalist
5th February 2011, 09:41
Territorio de ritos africanos y leyendas de piratas, de reggae, de rastafaris y playas de aguas transparentes, la isla se abre al viajero como un mundo encantado, de belleza salvaje e insinuante

Jamaica es un lugar con playas de arena blanca y mar turquesa, con montañas azuladas, ríos y cascadas caudalosas y una historia protagonizada por piratas, terratenientes y esclavos rebeldes.
No hacen falta más palabras para presentar a Jamaica.

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La isla que, siglos atrás, un navegante genovés describiera como un paraíso encantado y que hoy, a pesar del paso del tiempo, mantiene su encanto.

Cuando Cristóbal Colon pisó estas tierras, en su segundo viaje al Nuevo Mundo, sólo pudo descubrir que la isla ya había sido descubierta. Su nombre era Xaymara, que significa "Tierra de agua y madera", y sus habitantes los arawak, por ese entonces ya disfrutaban de las abundantes riquezas naturales.

Los primeros turistas ingleses y americanos comenzaron a llegar atraídos por la supuesta existencia de aguas curativas en la zona. Doctor’s Cave, Walter Fletcher y Tropical Beach muy pronto se convirtieron en las playas favoritas. Y la preferencia se mantiene hasta hoy en día.

A la arena y el mar se sumaron los hoteles de lujo y los “resort’s all-inclusive”, complementos turísticos que ofrecen desde piletas privadas hasta la posibilidad de casarse en 24 horas con juez, testigos y pastel de bodas incluidos. Además de deportes náuticos clásicos como el windsurf o la navegación, esta clase de hoteles “all-inclusive” tienen equipos y embarcaciones profesionales para quienes se atreven al buceo. Las playas, extensos arrecifes de coral, grutas y paredes submarinas, una gran variedad de peces multicolores y, sobre todo, la calidez y visibilidad del agua hacen que la experiencia sea especialmente tentadora.

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Cuaderno de bitácora
Los requisitos de entrada a la isla varían según la procedencia de los visitantes, por lo que se recomienda constatar los mismos en cualquier embajada o consulado jamaiquino. En general, no se necesita más que un pasaporte con una vigencia mínima de seis meses, fondos suficientes para cubrir los gastos de la estadía y una reserva o pasaje de vuelta.

La moneda oficial es el dólar jamaiquino (JMD), aunque las principales tarjetas de crédito y los cheques de viajero son también válidos como formas de pago. Se recomienda que, tanto los cheques de viajero como el efectivo sea en dólares estadunidenses. Los cajeros automáticos y las casas de cambio abundan en la isla, estas últimas tienen horarios más amplios que los bancos y mejores tasas de cambio. Conviene guardar los recibos de cambio como prueba de autenticidad de las notas.

Si el recargo por los servicios no está incluido en la factura, se debe dejar entre un 10 y 15% de propina al personal de los hoteles, mozos, taxis. Los botones, valet parking y barmans acostumbran a recibir un dólar estadunidense.

En cuestiones de salud, hay que tomar ciertas precauciones contra el dengue, la malaria y la leptospirosis. El agua de grifo no es peligrosa, aunque algunas personas pueden sentir malestares estomacales, por lo que se recomienda beber agua embotellada. Las instalaciones médicas privadas son buenas, aunque el nivel puede variar en los diferentes lugares de la isla. Los visitantes que provengan de áreas infectadas deberán presentar un certificado de vacunación contra la fiebre amarilla.

La seguridad es un tema que hay que tener en cuenta para viajar a Jamaica, ya que los índices de crímenes y violencia son un tanto elevados, especialmente en Kingston. Se recomienda a los turistas mantenerse alertas, no resistirse en caso de un robo y evitar caminar o usar el transporte público de noche. Tampoco es recomendable pasear sólo por áreas aisladas o playas, incluso a la luz del día. Si es que viaja en auto, no es buena idea llevar a extraños. Al viajar hacia o desde el aeropuerto de Kingston conviene evitar la ruta de Mountain View; se debe también ser muy precavido si se viaja por la ruta de Hummingbird a la noche.

Existen algunas convenciones sociales que es bueno tomar en cuenta. El saludo acostumbrado es el apretón de manos y observar las normas básicas de cortesía es indispensable. Los jamaiquinos se caracterizan por su hospitalidad y en el caso de ser invitado a comer a la casa de alguien es bueno llevar un pequeño regalo. Contrariamente a lo que puede suponerse, el consumo, posesión y tráfico de marihuana son ilegales y las autoridades son muy severas en el cumplimiento de las leyes en contra de la droga. En cuanto al vestuario, si bien puede ser informal durante el día, el uso de pantalones cortos y trajes de baño debe limitarse a la playa y piscinas. Por la noche la vestimenta varía de informal a elegante, dependiendo del lugar que se elija.

A dónde ir
Kingston, la capital de Jamaica y cuna del reggae, es uno de los lugares que hay que visitar en un viaje a la isla. Algunas de las principales atracciones de esta ciudad son el Museo de Bob Marley, la Galería Nacional, la Casa Devon, construida a fines del 1800 por el primer millonario caribeño de raza negra; los Jardines Botánicos Hope, un paraíso en el centro de la ciudad; el famoso vecindario de Spanish Town y Port Royal, el paraíso de los piratas del siglo XVII.

Al norte de la isla se encuentra Montego Bay, de hermosas playas, arrecifes de coral y brillantes lagunas aguamarinas. Algunos de los lugares que vale la pena visitar son Bob Marley Experience, un tributo al famoso cantante jamaiquino y Croydon in the Mountains, la plantación donde nació Samuel Sharpe, el esclavo que se convirtió en héroe.

Negril, fundada por hippies, es el lugar perfecto para relajarse y disfrutar de las playas y de increíbles puestas de sol durante el día y de los bares y restaurantes por la noche. Las principales atracciones son el faro, las cabalgatas a Rhode Hall Plantation y Seven Mile Beach.

Otro lugar para visitar en Jamaica es la ciudad portuaria de Ocho Ríos. Aunque para algunos puede resultar demasiado turística, tiene algunas atracciones que valen la pena, entre ellas, el Mausoleo de Bob Marley, el Museo Columbus Park, Dolphin Cove, donde se puede nadar con familias de delfines, las cataratas de Dunn River, Firefly y las cuevas Green Grotto.

País del reggae
Si hablamos de Jamaica, no podemos no mencionar al reggae, y por eso todo aquel que tenga la oportunidad de conocer Kingston, no puede dejar de visitar el museo de Bob Marley.

Quienes asocian a los museos al aburrimiento pueden dejar ese preconcepto de lado y estar seguros que vale la pena pagar los 15 dólares que cuesta la entrada. Lo que hoy es un museo era anteriormente el lugar donde el máximo gurú de la música jamaiquina pasaba sus días junto a su familia.

En el interior de la humilde y colorida casa uno puede imaginarse al músico cuando preparaba verduras y frutas (su único alimento), o cuando se sentaba en las rocas del jardín para compartir “pipas de la paz” y conversar sobre las bondades de la ideología rastafari, una combinación de misticismo bíblico e identidad africana y caribeña.

Y, por supuesto, cuando desde una pequeña silla en su estudio de grabación hacía sonar esos increíbles acordes a contratiempo, y componía esas sentidas canciones de protesta que lograron satisfacer el alma de tantos lugareños.

El movimiento rastafari surgió en los comienzos de los años 1930 en los barrios marginales de Kingston y en los sectores rurales adyacentes, siendo prácticamente un movimiento social vinculado directamente con la masonería ortodoxa a partir de profecías bíblicas surgidas en el cristianismo copto que entre otras cosas hablaban de la liberación de África de los imperios europeos.

Su gran expansión es debida al deseo de los descendientes de esclavos negros de volver a África, de las aspiraciones sociales y culturales de la comunidad negra y de las enseñanzas del organizador nacido en Jamaica, Marcus Mosiah Garvey, que clamaba "África para los africanos". La visión social y cultural de Garvey inspiró a los rastafaris, que incluso lo consideran una reencarnación de San Juan Bautista.

Hoy en día el movimiento se ha extendido a lo largo de gran parte del mundo y tiene seguidores provenientes de distintas culturas, lenguas y naciones. Son erróneamente conocidos por su devoción a la música reggae y le hacen tributo al más popular músico de reggae, Bob Marley, cuando en realidad el reggae no forma parte del orden ceremonial rastafari.

De qué viven
Jamaica es un importante centro turístico, cuyo peso económico creció en los años 90 con la ayuda de sustanciosas inversiones extranjeras

* Su economía se centra, además del turismo, en la producción de azúcar y en la extracción de bauxita
* A estas actividades hay que agregarle el negocio que se creó alrededor de la imagen de Bob Marley
* La actividad agraria se dedica al cultivo de productos para la exportación, como el café, el tabaco, la banana y la caña de azúcar
* Además es un tradicional productor de pimienta
* Entre las actividades industriales predominan la transformación de productos agrarios, la fabricación de cemento, de fertilizantes, de derivados del petróleo y la industria textil
* No obstante, todas estas riquezas no revierten igualitariamente sobre la población
* Jamaica está históricamente dominada por unas pocas familias adineradas
* La comercialización de productos relacionados con la marihuana genera una amplia fuente de ingresos
* Sin embargo, tanto la comercialización como el uso de la marihuana están prohibidos