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Ver la versión completa : Fernando de noronha



Luigi Salessi
25th November 2010, 01:21
FERNANDO DE NORONHA (2009) Un buceo. Solamente uno. Para todos mis amigos buzos. <?xml:namespace prefix = o ns = "urn:schemas-microsoft-com:office:office" /><o:p></o:p>
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¿Qué se siente… miedo? No, miedo, no. <o:p></o:p>
Pero mejor te cuento todo, porque se sienten muchas cosas.<o:p></o:p>
Cuando te dejas convencer, te parece que eres un grande del buceo. Piensas en un montón de cosas… pero, total, falta mucho. Cuando llegas a Fernando de Noronha ves tantas bellezas naturales y haces unos buceos tan bárbaros que no te acuerdas del tema.<o:p></o:p>
Cuando te reúnes con los candidatos para que te explique el Master Diver cómo va a ser la bajada te parece lindo y fácil. Cuando te ponen a prueba para ver si puedes hacer la inmersión te matas, flotas como quien vuela y casi no respiras para volver con el tanque lleno. <o:p></o:p>
La noche anterior. Bueno, la noche anterior, es otra historia. Estás preocupado, no te duermes como todos los días ni bien pones la cabeza en la almohada. Piensas que, pase lo que pase, no puedes subir de un tirón a la superficie… y vas a estar a más de 60 metros de profundidad. Claro que van tus compañeros y tres master divers locales, pero, ¿y si te narcotizas? ¿Y si sucede un accidente…si te enredas en algo, si enganchas el equipo en algún pasaje de la Corbeta, si pierdes el control? No, el control no vas a perderlo, de eso estás seguro. Algo comienza a afirmarse en tu interior ¡claro que no perderé jamás el control! Avisaré de cualquier accidente. Todos los master divers están preparados para ayudarte y con los equipos de dos tanques con capacidad para llevarte tranquilamente a la superficie. Tampoco son mancos tus compañeros. Seréis uno. Es decir, invencibles. Te juro que duermes convencido que eres un buzo capacitado y nada puede pasarte. <o:p></o:p>
La mañana siguiente ya la suerte está echada y te sientes impaciente por lanzarte al agua. Todo el equipo revisado, varias veces … estamos llegando …¡Vamos de una buena vez: al agua! Desciendes por unos cabos y el master diver te guía despacio. Hubieras querido bajar más rápido para tener más tiempo de buceo en la parte profunda. Pero las normas de seguridad han cambiado y se han hecho más conservadoras. ¡Oh sorpresa! sin darte cuenta, los oídos se han abierto y no sientes ninguna molestia. Ya se ve la silueta de la Corbeta allá abajo ¡es enorme! ¡Llegaste! No lo puedes creer. La visibilidad es impresionante y mirar hacia arriba te recuerda lo profundo que estás. Todo se hace conforme a lo planificado y conversado una y otra vez. Te desplazas por la cubierta en el sentido programado y das la vuelta al magnífico pecio, con las paradas previstas para ver todo y para dejarte fotografiar como una exigencia justificada de tu ego. <o:p></o:p>
La Corbeta Ypiranga yace en el lecho marino en posición de combate. Inspira respeto. Es hermosa. Comprendes que es simplemente un buque de guerra hundido, sí, todo lo que quieras, pero es hermosa y serena. Reposa, allí, con vaya a saber que dejo misterioso de satisfacción por la labor cumplida de quien navegó gallardamente los mares hasta que decidió gozar de un descanso, acaso merecido. No importa. Allí estará en mi recuerdo para siempre. Orgullosa, no sabemos de qué, exhibe su prestancia en el fondo del mar. Porque, ¿dónde sino van a morir los barcos? <o:p></o:p>
La rodea una paz difícil de explicar. Es un sentimiento que solamente puede llevarse en lo profundo del alma y compartirlo con quienes la han visitado. Es tan fuerte la impresión que no sabes si volverías a visitarla. Sería como una profanación turística a algo místico y único. Desde luego, no afirmas estar cuerdo, sino que es lo que sientes en ese momento. Y, luego, el ascenso, la flotabilidad neutra perfecta, con la parsimonia de un veterano, haciendo todas y cada una de las paradas de acuerdo a lo programado y ya encontrando en la mirada de tus compañeros y amigos, en sus sonrisas, algo que no les habías visto antes de bajar. En la superficie, empujados por las olas, unos abrazos que transmiten también sentimientos difíciles de explicar, amistad, camaradería, la alegría del triunfo…formas de felicidad al estilo de cada cual. En fin, qué otra cosa decirte. <o:p></o:p>
¿Miedo? No, nunca tuve.<o:p></o:p>
Luis Salessi <o:p></o:p>

pincha
6th December 2010, 01:50
Excelente relato de la experiencia de un gran compañero buzo y mejor persona

un abrazo

Adrián

Luigi Salessi
7th December 2010, 03:50
Querido Pincha, evidentemente, tu linaje de Rey de la Selva te hace un tipo generoso ¡que ganéis el campeonato!Un fuerte abrazo y mi agradecido reconocimiento. Luigi