PDA

Ver la versión completa : Bichos raros en el buceo. 5ª ENTREGA: EL MILLONARIO



Albatros Diving
24th May 2010, 11:23
Al millonario lo llamamos así porque a los pocos minutos de presentarse no nos quedó ninguna duda de que así era la forma en la que quería ser conocido.

Eran rusos. Padre, madre e hijo. Una paternidad sobradamente tardía.

El millonario era bajito, unos 55 años, delgado pero con un vientre enorme y esférico. La nariz hinchada, cubierta de venas, resultado de una larga e intensa relación con el vodka, tenía un poco la hechura de Dany de Vito, pelirrojo, los brazos y la cara de un intenso rojo marisquería pero el resto del cuerpo del color de un yogur de fresa. En la boca un puro apagado.

Cuando al entrar se presentó, en lugar de tendernos una tarjeta de visita nos tendió un extracto de cuenta bancaria en la que figuraba como titular de una cuenta en Suiza. El saldo que figuraba en el extracto era de un millón ochenta mil euros.

Al principio nos extrañó mucho esa forma tan peculiar de presentarse pero al final nos dimos cuenta de que nos ahorró mucho tiempo porque la información que nos dio dejó claras las bases de nuestra futura relación.

Estaban de vacaciones todo el mes de julio y padre e hijo querían aprender a bucear. Precisamente comenzábamos un curso en inglés al día siguiente así que les di los manuales, y los cité al día siguiente a las nueve y media.

Mientras que yo hablaba con padre e hijo, la señora del millonario miraba alrededor con evidente nerviosismo e iba cogiendo cosas de la tienda sin ningún criterio. Resultó ser una compradora compulsiva y lo mismo cogía una docena de camisetas como tarjetas de identificación de peces en español, gafas de natación, repuestos de equipo de buceo, cuchillos, bolsas de red, una boya y todo lo que pillaba.

Me pagaron los cursos y las compras con un par de billetes de 500 euros que sacó de un fajo cilíndrico de su bolsillo donde debía de haber al menos otros cincuenta billetes, cogidos con un elástico. Hizo ese gesto con gran teatralidad como si estuviera acostumbrado a hacerlo con grandes resultados.

Al día siguiente las clases teóricas resultaron ser un fracaso pues los demás alumnos llevaban un ritmo normal que evidentemente los millonarios no podían seguir. Más que un problema de idioma era un problema de falta de interés, pues parecía que no contaban con que antes de ir al agua tendrían que pasar por un aula.

Al cabo de una hora el padre me llamó aparte y me dijo que se iban, que aquello no era lo que pensaban que sería y que me podía quedar con el dinero. Insistí en devolvérselo y les dije que si se lo pensaban mejor podían volver más adelante.

La misma tarde volvieron y me dijeron que querían volver a intentarlo paro en privado, sin otros alumnos. Yo ya había avanzado bastante con mi grupo y estaría ocupado con ellos los siguientes días. Además estábamos en julio y tenía poco hueco para ellos. Les dije que un curso privado en pleno verano tenía una tarifa más alta que uno en grupo y que solo se lo podría hacer en días sueltos. Como se quedaban un mes no vieron ningún problema. Me pagaron la tarifa convenida sacada del fajo del bolsillo más una propina por adelantado de 500 euros.

Para que no se aburrieran decidí ir combinando la teoría con sesiones de aguas confinadas. Cuando llegamos a la primera, el millonario se dio cuenta de que no tenía bañador y envió a su señora a comprarle uno.

La señora llego al cabo de hora y media con cuatro bolsas repletas de cachivaches y el bañador, que había comprado en la tienda de souvenirs de la esquina.
Cuando salió del cuarto de baño en bañador tuvimos que hacer un gran esfuerzo para no parecer groseros.

El bañador que le había comprado su señora era al menos tres tallas más pequeño, la superficie de tela era mínima sin llegar a ser tanga y el color era amarillo canario con el brillo de la licra y con dibujos de pequeñas fresas rojas. Parecía un bañador para bailar sevillanas.

La visión de aquel bañador durante todo el curso me compensó con creces los 500 euros de propina y yo podía ver como mi reputación en el barrio se deterioraba rápidamente cuando me veían a su lado.

El curso se hizo interminable. El hijo avanzaba bien pero la baja forma física del millonario hacía que tuviéramos que pararnos a cada momento para descansar y las sesiones de piscina que tenían que haberse hecho en dos o tres días se hicieron en siete u ocho.

En la piscina del hotel donde dábamos las clases los turistas hacían cola para sacarse una foto con el millonario en bañador y él posaba gustoso y visiblemente halagado.

Mientras tanto la mujer ya había comprado todo lo que había en le tienda y los comerciantes del barrio se peleaban por ella como si estuvieran en un zoco del Magreb.

Al cabo de un par de días quedamos para la primera inmersión en el mar. Preparé los equipos en una furgoneta y fuimos a una calita tranquila y con fácil acceso para que la entrada y la inmersión no requirieran un gran esfuerzo físico.

Entramos en el mar y lo primero que me dijo el millonario fue que el agua sabía fatal.

Creo que era la primera vez en su vida que entraba en el mar.

Decidí que en la primera media hora no haríamos nada más que un paseo sin ejercicios para que pudieran empezarlos con un nivel de ansiedad bajo, pero al cabo de quince minutos el padre me hizo la señal de “tengo un problema” seguida de “subir”.

Cuando subimos todos no pude ver ningún problema en el equipo y ni siquiera estaban muy estresados pero insistía en salir del agua así que salimos.
Cuando llegamos a tierra y nos quitamos el equipo me dijo: “¿No podríamos seguir el curso en la piscina? Me gusta más que el mar, esto está llenos de peces vivos, no me gustan los peces vivos”

“¡Como no!” –le dije- “no les podré dar la titulación pero podemos hacer las inmersiones que faltan en la piscina”


Puedes leer la serie completa en mi blog personal: http://albatros-diving.blogspot.com/

Decoman
24th May 2010, 20:39
Toni, mil gracias. Me has hecho reir a carcajadas lo que no reía desde hace tiempo. Esto tienes que recopilarlo y editar un libro. Sería un best-seller del buceo. Un abrazo.

JaiAlai
1st June 2010, 09:18
Me han gustado mucho todoas las historias.
Si tienes alguna más, no te las guardes, que son muy divertidas.

hombre pez
1st June 2010, 13:29
Jejeje...Toni yo me plantearía que es lo que tienes para atraer a eso especímenes dignos del museo de los horrores / errores humanos.
Admirable la paciencia que demuestras tener y que a pesar de todo te quede buen humor al final del día.
las historias tal como las relatas parecen historias de humor, pero yo creo que son partes de una pesadilla y es lamentable que exista gente así.

te deseo suerte y que no tengas de toparte con más especímenes de estos.
Happy bubbles

Leti
1st June 2010, 19:38
:007::007:Muy bueno, como los demás!!!

victor medina
1st September 2010, 04:09
este mundo esta lleno de bichos rarossss jajajajaja

shoikam
1st September 2010, 11:07
jajajaa. yo ya no se que relato es mejor!! jajaja. Es impensable que pasen estas cosas!!! jajajajaj.

Burbruja
1st September 2010, 19:08
Mira que poner peces en el mar...

HarKanJel
1st September 2010, 20:06
Yo creo que a ese hombre le tocó la lotería y preguntó ¿dónde se puede ir uno de vacaciones? le dijeron... al mar, a la playa, que se está muy bien. Y luego volvió a preguntar ¿y qué se puede hacer en la playa? pues claro, le dijeron, bucear. Y ahí que se fuel esa buena familia, que pensaba que el pescado salía de los campos de sardinas.
Muuuuu fuerte!