PDA

Ver la versión completa : Algunos datos sobre la sopa de aleta de tiburón



SENSACIONES
8th March 2010, 17:49
Si te contara que nuestro planeta tiene problemas medioambientales no sería ninguna noticia. Sin embargo, a pesar de estar logrando algunos progresos en el control de lo que introducimos en nuestro aire y en nuestros vertederos, no estamos prestando demasiada atención a lo que estamos extrayendo de nuestros océanos, los tiburones, a los que estamos matando a una velocidad de hasta 73 millones al año. Esta cifra se refiere al número de tiburones, prácticamente su totalidad, que se mata sólo por sus aletas para la elaboración de la sopa de aleta de tiburón. Puede que igual no te importen mucho estas criaturas sin embargo, nuestros océanos representan alrededor de la mitad del suministro de oxígeno del planeta y los tiburones desempeñan un papel clave en su salud. Debo admitir que hasta hace poco no sabía mucho sobre tiburones ni me preocupaban. Entonces vi el documental ‘Tiburón, en las garras del hombre’ (http://www.sharkwater.com/) (‘Sharkwater’, 2007) y aquello cambió mi visión de ellos para siempre. Así que decidí llevar a cabo algunas investigaciones y mira por donde, no estaban exagerando nada: las poblaciones de tiburón están diezmando debido a sus aletas.
Si en lugar de tiburones me estuviera refiriendo al siempre feliz delfín o a un bebé de foca habría una cola de gente detrás de mí. Sin embargo, una sola mención de la letra 'T' hace recorrer un escalofrío en el cuerpo. Puede que hayas visto la película 'Tiburón' o escuchado la historia del tiburón devorador de hombres o puede que ambas cosas. Incluso si no has visto nunca a un tiburón fuera del acuario de tu ciudad, probablemente sigas creyendo que se trata de un villano. Si es así, no eres el único, aunque podría sorprenderte saber que si bien existen más de 350 especies distintas de tiburones, solamente unas pocas están interesadas en los humanos. El gigante tiburón ballena ni siquiera tiene dientes.
El tiburón, como pez, lleva existiendo desde hace aproximadamente 400 millones de años, incluso antes que los dinosaurios. La Madre Naturaleza los introdujo en cada océano del mundo sin embargo, debido a su resistencia, los introdujo como controladores naturales: ciclos de vida relativamente cortos de entre 20 a 30 años, periodos largos de gestación, reducido número de crías y madurez sexual tardía. Con todas estas limitaciones, básicamente se regulan a sí mismos, sin embargo no tuvo en cuenta el factor humano: cada año se sirven unos 73 millones de tiburones para elaborar una sopa.
En 2009 la población mundial de tiburones ha disminuido entre un 50 y un 75%. Un estudio sobre la población del atlántico norte informa de una reducción del 89%. Las estadísticas de la Lista Roja de Especies en Peligro de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza y Recursos Naturales, UICN, muestra que de las 181 especies de tiburones para las cuales se dispone de datos, más del 64% de esas poblaciones están clasificadas como 'amenazadas' o 'vulnerables'. De éstas, más del 21% están catalogadas como 'en peligro de extinción' o peor. Al menos una especie ya está listada como 'extinta en estado salvaje.'
Cada año millones de tiburones se capturan de manera accidental aunque, tristemente, muchos más son capturados simplemente por sus aletas. Los tiburones son izados a los barcos de pesca donde se les amputa sus aletas y sus cuerpos son arrojados de nuevo al mar como desecho. Un gran porcentaje de estos animales siguen todavía con vida y mueren ahogados. Menos de un 5% del peso del tiburón es aleta, el resto normalmente es despreciado debido a su poco valor económico. La carne de tiburón tiene que ser congelada adecuadamente y ocupa mucho espacio en un barco, en cambio las aletas pueden amputarse, introducirse en fardos y ponerse a secar sobre grandes redes. Lo que genera el lucro más importante es la aleta, que puede llegar a venderse por cientos de dólares el kilo.
La mayoría de tiburones se capturan para elaborar la sopa de aleta de tiburón o lo que en algunas culturas se conoce como 'sopa de festividad', siendo la aleta poco más que un aditivo o aderezo. Este manjar, una vez poco común, actualmente se ha hecho asequible para un inmenso número de restaurantes a pesar de que la aleta carece de sabor, aporta apenas valor nutricional y se añade en sopas, principalmente de pollo u otras carnes.
Los tiburones son los máximos depredadores del océano porque se hallan en lo más alto de la cadena alimenticia y apenas tienen depredadores. Sin embargo, este alto rango no viene sin responsabilidades: son los encargados de ayudar a mantener el delicado equilibrio del océano de otras especies de peces y mamíferos marinos. Debido a que parece que devoran cualquier cosa que abunde en sobradas cantidades, ayudan a controlar la sobrepoblación de cualquier especie, evitando que éstas agoten sus propias fuentes de alimento y así sucesivamente hasta el último eslabón de la cadena alimenticia donde encontramos al plancton o fitoplancton. Esta diminuta joya, ya en declive debido al cambio climático y la contaminación, es el encargado de producir el oxígeno.
La eliminación de los tiburones puede impactar en todo el ecosistema marino provocando una alteración en el equilibrio de los océanos en lo que se denomina 'efecto cascada', es decir, la disminución de una presencia provoca un incremento en la otra. Una disminución en la población de tiburón deja a más presas en la siguiente posición de la cadena, provocando una disminución de la siguiente, incluyendo bivalvos como ostras y almejas, y así sucesivamente. Desequilibrios significantes en el océano pueden provocar descensos en los niveles de oxígeno del océano estimulando zonas muertas no habitables. El desequilibrio del océano es un mal asunto de arriba a abajo.
Resulta escalofriante pensar que permitiendo el shark finning vayamos a poner en peligro su existencia por el simple prestigio de ingerir una sopa cara. Sin embargo, cuando las poblaciones de tiburón queden agotadas, ninguna suma de dinero podrá hacer reversible el daño a nuestro abastecimiento de oxígeno, ecosistema, industria pesquera y posiblemente, mucho de nuestro suministro alimenticio. Por supuesto, incluso los expertos más destacados siguen aprendiendo hoy acerca de los intrincados de nuestro ecosistema marino y existe más de una opinión acerca del gran problema medioambiental que esto representa. Sin embargo, estoy seguro que muchos coincidirán que la ley básica de la naturaleza no consiste en alterar la cadena alimenticia.
Hoy la mayoría de países tienen leyes que impiden poner en peligro la población de animales salvajes. Por desgracia, aunque algunos países disponen de regulaciones contra el shark finning local, incluso Canadá sigue permitiendo la importación ilimitada de aleta de tiburón excepto para aquellas especies listadas en peligro de extinción por la CITES (Convención sobre el Comercio Internacional de Especies en Peligro de Extinción). La identificación de especies por su aleta es algo extremadamente complicado dado que a la mayoría se les quita la piel y secan antes de poder inspeccionar la muestra. La única forma certera de saber que una aleta no procede de una especie en peligro de extinción es a través de un análisis de ADN. Por tanto, únicamente un cambio verdadero en la importación y regulaciones de pesca de cualquier producto derivado de tiburón en todo el mundo permitirá que sus poblaciones se recuperen y finalmente, deberían incluirse nuevas medidas más severas para una prohibición sobre las aletas importadas y exportadas.
Tal vez, cuando detengamos esta tubardora pérdida de los tiburones nuestro futuro vuelva de nuevo al menú en lugar de la 'sopa de celebración'. Laurel Beauprie