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Ver la versión completa : Las huellas del hielo en el lecho marino informan sobre el cambio climático



jaribas
9th May 2007, 16:46
(ABC) Los inmensos glaciares antárticos dejan marcas como los surcos de un arado en la superficie sobre la que avanzan.
A leer estos peculiares documentos históricos dejados por el hielo en regiones como la Antártida se han dedicado personas como el geólogo de la Universidad de Barcelona Antonio Calafat.

Ayer, durante una conferencia en el Auditorio Rojo del Oceanográfico de Valencia, Calafat contó su experiencia estudiando las huellas dejadas por las glaciaciones sobre los lechos marinos y habló de la información que estos vestigios pueden proporcionar para comprender mejor el desarrollo pasado -y especular sobre el futuro- del cambio climático.

Las investigaciones acerca de las oscilaciones climáticas del Cuaternario sugerían que los glaciares de las regiones polares podían haber recubierto, durante los periodos fríos, las plataformas continentales ahora sumergidas. Era de esperar, por tanto, que el estudio morfológico del lecho marino mostrase evidencias de esa ocupación. Así fue, y durante los últimos años se ha identificado una gran variedad de estructuras lineales en estos fondos marinos, semejantes a los surcos que deja a su paso un arado.

Estas estructuras se formaron en su mayoría durante el Último Máximo Glaciar (UMG), hace unos 18.000 años, y quedaron expuestas tras la retirada de los hielos en la etapa post-glacial.
Una de estas grandes corrientes de hielo fue documentada en el año 2.000 por investigadores españoles, entre los que se encontraba Calafat. Describieron una forma moldeada por el hielo de más de 100 kilómetros de longitud y 21 kilómetros de ancho a más de mil metros de profundidad al norte de la Península Antártica.

Este trabajo ha permitido saber que en aquella región de la Antártida, la que más preocupa debido a que la incidencia del calentamiento global es superior al resto del continente, de los 228.600 kilómetros cúbicos de volumen de hielo existentes en el UMG en aquella región, se ha pasado a tan solo 3.290 kilómetros cúbicos, lo que significa una pérdida de volumen de más del 90 por ciento. Según los autores del estudio que obtuvo estos resultados, el volumen de hielo actual en el extremo norte de la Península Antártica representa menos del 10 por ciento del volumen que hubo en el UMG. Por tanto, al menos en esa zona, los episodios principales de desestabilización del recubrimiento de hielo y de colapso de las plataformas de hielo flotantes se produjeron hace ya unos miles de años.

Los colapsos recientes, concluyen, no son sino los últimos estertores, volumétricamente insignificantes si se les sitúa en su justa perspectiva, de un proceso hoy ya prácticamente agotado.

En opinión de Calafat, «en principio, no parece que el 10 por ciento de hielo restante vaya a ser un problema para la subida del nivel del mar». Además, los ríos de hielo que recorren la superficie de la Antártida y desembocan en las grandes plataformas de hielo del continente ya drenan en el mar, de modo que el cambio del volumen vertido de hielo sobre los océanos se sustituiría por agua, con lo que el proceso no afectaría a los niveles oceánicos. Sin embargo, si el calentamiento produjese la desaparición de las plataformas de hielo, que de algún modo ralentizan la velocidad de estos ríos de hielo, estas corrientes heladas incrementarían su velocidad y entonces sí que podrían comenzar a tener efectos sobre el nivel del mar.

Fuente: **********.com